Uso de La Celestina como taco para mesa coja

¿Están convirtiéndose los libros clásicos en soporíferas obras a raíz de la obligación de su lectura? Los clásicos de la literatura española, si bien cierto es que algunos cuestan de leer por su lenguaje poco común y sus amapulosas palabras y altisonantes expresiones, se han convertido en los adormecedores tomos que servirán para poner debajo de mesas cojas.

Sé que habrá excepciones en esta regla, pero es una opinión generalista. Los clásicos son de obligada lectura en su mayoría en las escuelas españolas, siendo este en mi humilde opinión, el foco del problema. Pero no es un problema porque los profesores obliguen a los niños a esto, los profesores de secundaria y bachillerato trabajan bajo presión para dar un número elevado de contenidos, así que no se les puede culpar de esto (en cierta manera). También depende de que el niño o adolescente tenga un interés en la lectura, pero este interés se puede crear y cierto es que es mágico cuando un profesor o profesora te enseña a bucear en esos libros. Yo tuve la tremenda suerte de tener a esa profesora, que desgranaba todas y cada una de las posibles lecturas y significados que podía adquirir una obra, que son todas las que nosotros le queramos dar.

Se produce un cóctel entre el poco interés que tiene en general la sociedad española por conocer su cultura general y el “cuñadismo”, que es la tendencia a opinar sobre cualquier asunto. Si bien me permitiréis que destaque que, es precisamente una persona inteligente la que es antónima a esta definición, y es capaz de guardar silencio ante su desconocimiento e intentar mantenerse en constante aprendizaje para poder tener su propio juicio. Esta gente, se encuentra en peligro de extinción. Muchos jóvenes ven estos libros como los densos tomos obligatorios que se tenían que leer y que muchas veces no lo hacían, recurriendo a resúmenes del ilustrísimo diplomado Google.

Al final, la lectura de este tipo de libros nos ayuda a retratar la España que no hemos vivido: conservadurismo religioso, repúblicas, guerras, una dictadura, etc. ¿Cuántos de estos libros están abandonados en nuestras estanterías? ¿Cuándo vas a una librería de segunda mano, no son clásicos la mayoría de sus libros? Me cogeré una comparación muy acertada realizada por Gabriella Campbell en Lecturalia sobre como la crítica de un libro, puede suponer la total alteración de este por su lector, comparándolo a la crítica de un cuadro: “El Matrimonio Arnolfini, donde sólo vemos una pareja poco agraciada en una habitación de extrañas proporciones, cogida de la mano; las palabras adecuadas pueden hacernos apreciar el contexto histórico, político y social, el detallismo del paisaje, el inteligente juego del espejo, la aparición de elementos pictóricos de extraño simbolismo, etc. Cuando queremos darnos cuenta, la pareja nos resulta hermosa y la habitación cobra una vida propia que trasciende lo visual. Con frecuencia, con los libros nos pasa algo semejante.”

Cierto es que hay lecturas para todos los gustos, pero creo que, si mucha gente hiciera un esfuerzo por leer esos soporíferos libros, se daría cuenta que muchos poseen preciosas historias. Al final, recae en la responsabilidad de cada uno el conocimiento de la cultura de su país y la capacidad de opinar conociendo con detalle el tema del que se habla.

¿Qué opináis vosotros? ¿Creéis que el cuñadismo esta en fase de erradicación o que sigue vigente? ¿Creéis que la lectura de los clásicos españoles está resurgiendo o que se estanca cada vez más?

“Un clásico es un libro que la gente elogia pero no lee” – Mark Twain

P.

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